Principios ocultos de la salud y curación: Las Glándulas Endógenas y los planetas que las rigen

Las glándulas endógenas están destinadas a desempeñar un importante papel en el futuro
El astrólogo esotérico sabe muy bien que el cuerpo humano tiene tras sí un inmenso período de evolución; y que su espléndido organismo es el resultado de un lento proceso de desenvolvimiento, que todavía está en marcha y que hará que cada generación sea mejor que la anterior. Hasta que; en un futuro muy remoto, haya alcanzado la etapa de su cumplimiento perfecto, que hoy no nos es dable siquiera imaginar. 


Los estudiantes de la Ciencia Espiritual saben también que; además del cuerpo físico, el ser humano tiene otros vehículos sutiles que no pueden ser vistos por la mayoría de los demás, aunque todos tenemos en forma latente un sexto sentido mediante el cual podemos conocer esos vehículos sutiles del Alma. El ocultista habla también de estos vehículos sutiles, tales como el cuerpo vital, formado por éter; el cuerpo de deseos, hecho de substancia emocional, o sea aquella de donde sacamos nuestras sensaciones y emociones. Y además; del cuerpo mental, que con el cuerpo físico completan lo que podríamos llamar la personalidad humana, la cual constituye la parte mortal, en contra distinción con el Espíritu inmortal que emplea todos esos vehículos para su expresión. 

Estos vehículos sutiles impregnan e ínter-penetran al cuerpo físico; de la misma manera que el aire ínter-penetra al agua, y tienen un dominio particular en ciertas partes del mismo. Porque el cuerpo físico en sí es como una cristalización de esos vehículos sutiles; de acuerdo con el mismo proceso en que las substancias fluídicas del cuerpo del caracol, se van cristalizando gradualmente hasta convertirse en la concha dura y pétrea que lleva sobre su espalda. Para los fines que nos proponemos en esta disertación; podemos decir, en líneas muy generales y amplias que las partes blandas del cuerpo pueden dividirse en dos clases: Las glándulas y los músculos. 

El cuerpo vital fue iniciado en el Período Solar. La cristalización que ha ido produciendo desde ese tiempo en adelante; en dicho vehículo, es lo que actualmente llamamos glándulas. Y al presente, dichas glándulas y la sangre son las manifestaciones especiales del cuerpo vital en el cuerpo físico. Por lo tanto, en términos generales; puede decirse que las glándulas en conjunto están gobernadas por el Sol, que es el dador de vida y el gran astro benéfico Júpiter. 

Las funciones del cuerpo vital son las de formar y restaurar el estado de los músculos; puestos en tensión y cansados por el inquieto cuerpo de deseos, que comenzó germinalmente en el Período Lunar. Los músculos están pues; regidos por la fugitiva Luna, que es la sede de los Ángeles. O sea la humanidad del Período Lunar; y también por el impulsivo y turbulento Marte, donde moran los llamados "Ángeles caídos o espíritus Luciféricos”. Esto lo decimos solamente en términos muy generales; porque las glándulas individualmente y ciertos grupos especiales de músculos, están gobernados por otros planetas también. Sería algo así como decir que todos los que viven en Estados Unidos de América son ciudadanos de ese país, pero algunos están sujetos particularmente a las leyes de California, otros a las de Maine, y así sucesivamente. 

Conocemos el aforismo hermético que dice "Como arriba es abajo”, que es la clave maestra de todos los misterios. Y de la misma manera que existe en la Tierra un gran número de lugares sin descubrir, también existen en el microcosmos del cuerpo muchísimas cosas que son como un libro sellado para los exploradores científicos. Entre ellas, las principales las constituyen un pequeño número de glándulas endógenas; que son siete en número, a saber:



 

El Cuerpo Pituitario, regido por Urano (W)
La Glándula Pineal, regida por Neptuno (X)
La Glándula Tiroides, regida por Mercurio (P)
La Glándula Timo, regida por Venus (Q)
El bazo, regido por el Sol (N)
Las dos Glándulas Adrenales, regidas por Júpiter (U)

Estas glándulas tienen un interés particular muy grande para los ocultistas; y en cierto sentido pueden denominarse las "Siete Rosas" sobre la Cruz del Cuerpo, porque están íntimamente relacionadas con el desenvolvimiento oculto de la Humanidad. Cuatro de ellas; el Timo, el Bazo y las dos Adrenales, están relacionadas con la personalidad. El Cuerpo Pituitario y la Glándula pineal están correlacionados particularmente con el lado espiritual de nuestra naturaleza, mientras que la Glándula Tiroides forma el eslabón de enlace entre unas y otras. 


Su regencia astrológica es la siguiente: El Bazo es la entrada de las energías solares especializadas por cada ser humano; que luego circulan por el cuerpo como fluidos vitales, sin los cuales nadie podría vivir. Este órgano está gobernado por el Sol (N). 

Las dos Adrenales están regidas por Júpiter (U); y ejercen un efecto calmante, tranquilizante y suavizante cuando las actividades emocionales de la Luna (R), Marte (T) o Saturno (V) han destruido el equilibrio. 

Cuando la mano obstructiva de Saturno (V) ha provocado la melancolía, oprimiendo el corazón, actúan como un poderoso estimulante en un esfuerzo para mantener la circulación; mientras que un optimismo jovial lucha contra las preocupaciones saturninas o contra los impulsos marcianos, que provocan en el cuerpo de deseos, emociones turbulentas de ira o pasión. Poniendo los músculos tensos y trementes; y disipando, todas las energías del sistema. Entonces, las secreciones de las Adrenales vienen en socorro, poniendo en libertad el glucógeno del hígado en medida más abundante de lo común, para que puedan luchar en esta emergencia hasta recuperar el equilibrio, ocurriendo lo mismo cuando se producen estados similares de gran tensión e intensidad. 

El conocimiento de este hecho, fue el que hizo que los antiguos astrólogos pusieran a los riñones bajo el gobierno de Libra (G), la Balanza, y para evitar toda confusión de ideas diremos que los riñones mismos desempeñan un papel importantísimo en la nutrición del cuerpo, estando bajo la regencia de Venus (Q), el planeta regente.

Sin embargo, Júpiter (U) es quien gobierna a las Adrenales de las que nos estamos ocupando ahora. Tanto Venus (Q); cómo su octava superior Urano (W), gobierna las funciones de la nutrición y del crecimiento, aunque de diferente manera con propósitos distintos. Por lo tanto, Venus (Q) rige la Glándula Timo, que constituye el eslabón entre los padres y el hijo hasta que éste ha llegado a la pubertad. Esta glándula está colocada directamente detrás del esternón. Su mayor tamaño lo adquiere durante la vida prenatal y en la infancia, mientras el crecimiento es rápido y hasta excesivo. Durante ese tiempo, el cuerpo vital del niño realiza su obra más efectiva; porque entonces el niño no está sujeto a las pasiones y las emociones generales por el cuerpo de deseos, cuando se revela alrededor de los l4 años. Pero durante los años de crecimiento el niño no puede generar corpúsculos sanguíneos rojos; como lo hace el adulto, porque el cuerpo de deseos aún no nacido ni se ha organizado, y no puede actuar como conductor para las energías marcianas: Que son las que asimilan el hierro de los alimentos y lo transforman en hemoglobina. 


Para compensar esta falta, se almacena en la Glándula Timo una esencia espiritual extraída de los padres; y con esta esencia que provee su amor, el hijo puede realizar temporalmente la alquimia de la sangre hasta que su cuerpo de deseos se convierte en dinámicamente activo. Entonces la Glándula Timo se atrofia, y el niño saca de su propio cuerpo de deseos la fuerza marcial necesaria. 

Desde ese tiempo en adelante, en condiciones normales; Urano (W), que es la octava de Venus (Q) y el regente del cuerpo Pituitario, se hace cargo de las funciones del crecimiento y de la asimilación en la forma siguiente: Se sabe que todas las cosas; incluyendo nuestros alimentos, irradian continuamente pequeñas partículas que son un índice de aquello de donde emanan, expresando inclusive su calidad. De esta manera, cuando llevamos el alimento a la boca, una cantidad de esas partículas invisibles penetran en la nariz; y al excitar el tracto olfativo nos indican si el alimento que vamos a tomar es adecuado o no, siendo el olfato el que nos induce a desechar los alimentos que tienen mal olor, etc. Pero; además, fuera de esas partículas que nos hacen el alimento atrayente o repulsivo por su acción sobre el tracto olfatorio, hay también otras que penetran en el hueso esfenoides (ver nota al final) y actúan sobre el Cuerpo Pituitario, provocando la alquimia de Urano (W). Merced; a la cual, se forma una secreción que es inyectada en la sangre. Esto favorece la asimilación por intermedio del éter químico, afectando así el crecimiento y bienestar normales del cuerpo humano durante la vida. 

Algunas veces, esta influencia uránica del Cuerpo Pituitario es excéntrica y causa crecimientos anormales y extraños, que producen los fenómenos o rarezas que a veces nos es dado observar en la Naturaleza. Sin embargo; además de ser la causa de los impulsos espirituales que generan las manifestaciones ya mencionadas del crecimiento físico, Urano (W) operando por intermedio del Cuerpo Pituitario, es también la causa de las distintas fases de crecimiento espiritual, que ayudan al ser humano en sus esfuerzos para penetrar a través del velo y alcanzar los Mundos Invisibles. En esta operación; sin embargo, va asociado con Neptuno (X), el regente de la Glándula Pineal, que está bajo el dominio de su octava superior… El hecho de que la Glándula Tiroides está bajó el dominio de Mercurio (P); el planeta de la razón, se comprende fácilmente si nos damos cuenta del efecto que la degeneración de esta glándula tiene sobre la mente, como puede observarse en el cretinismo y el bocio.

Las secreciones de ésta glándula son tan necesarias para el debido funcionamiento de la mente, como el éter lo es para la transmisión de electricidad. Esto es; en plano físico de la existencia, donde el cerebro transforma el pensamiento en acción. El contacto con los Mundos Invisibles y su expresión en ellos depende de la capacidad funcional le la Glándula Pineal, que es completamente espiritual y está regida por consiguiente por la octava de Mercurio (P); Neptuno (X), el planeta de la espiritualidad. El cual actúa en unión con el Cuerpo Pituitario, regido por Urano (W). Los hombres de ciencia han perdido muchísimo tiempo especulando sobre la naturaleza y funcionamiento de estos dos pequeños cuerpos; el Cuerpo Pituitario y la Glándula Pineal, sin resultado alguno, principalmente porque, como dice Mefistófeles sarcásticamente al joven que quiere estudiar la ciencia con Fausto: "Todo el que quiera conocer y tratar las cosas vivas, suele expulsar de ellas el espíritu viviente; y cuando se encuentra con los fragmentos inanimados en sus manos, no se da cuenta de que escapó el espíritu que las animaba". 


Nadie puede realmente observar las funciones fisiológicas de órgano alguno en las condiciones que existan en el laboratorio o en la mesa de operaciones, ni en la cámara de vivisección o disección. Para llegar a la comprensión necesaria, es imprescindible ver dichos órganos ejerciendo sus funciones en el cuerpo viviente; lo cual puede hacerse solamente, gracias a la visión espiritual. Existe un cierto número de órganos que se encuentran en estado de desenvolvimiento o de atrofia. Estos últimos señalan el camino ya recorrido en nuestra pasada evolución, mientras que los primeros son los indicadores de nuestro futuro desarrollo. Sin embargo, existe otra clase de órgano que no están ni degenerándose ni desarrollándose: Se encuentran simplemente adormecidos, latentes (Espiritualmente hablando). Los fisiólogos creen que el cuerpo Pituitario y la glándula pineal se van atrofiando; porque ven que dichos órganos se encuentran más desarrollados en algunas formas inferiores de la vida, como en los gusanos, a pesar de lo cual están completamente equivocados en su idea. Algunos de ellos han sospechado que la glándula pineal se encuentra relacionada en alguna forma con la mente; porque contiene ciertos cristales después de la muerte, cuya cantidad es mucho menor en las personas que eran mentalmente defectuosas que en las normales. Esta conclusión es exacta, pero el vidente sabe que el canal espinal del ser vivo no está lleno con un fluido; y que la sangre no es un líquido y que aquel órgano no contiene cristal alguno, mientras dura la vida del cuerpo. 

Hacemos estas afirmaciones con pleno conocimiento del hecho de que la sangre y la esencia espinal son líquidos al salir del cuerpo; viviente o muerto, así como también de que el contenido del cuerpo pituitario y de la glándula pineal aparecen cristalinos cuando se disecta el cerebro. Sin embargo, la razón es la misma que la que hace que el vapor de una caldera se condense inmediatamente después de ponerse en contacto con la atmósfera o que el metal derretido que sale del crisol se cristalice y solidifique inmediatamente al salir de aquél. Todas estas substancias son esencias puramente espirituales, cuando se encuentran dentro del cuerpo. Entonces son etéricas y la substancia que se encuentra en la glándula pineal, vista clarividentemente, parece Luz.

Además, cuando un clarividente contempla la glándula pineal de otra persona que también esté ejerciendo sus facultades espirituales, se presenta llena de la más intensa brillantez y de una iridiscencia que trasciende en belleza al más maravilloso juego de colores de la Aurora Boreal. También puede decirse, que las funciones de este órgano han cambiado en el curso de la evolución humana. Durante las épocas primitivas de nuestra estada actual en la Tierra; cuando el cuerpo humano era muy grande, en forma de bolsa o saco, en el que todavía no había entrado el espíritu, que se mantenía como una presencia que lo protegía. Existía una abertura en el tope; y la glándula pineal, se encontraba allí. Entonces era un órgano de orientación, que daba el sentido de la dirección. Conforme el cuerpo humano se fue condensando y haciendo más y más capaz de soportar el intenso calor que prevalecía en esa época, la glándula pineal advertía al cuerpo cuando se aproximaba demasiado a alguno de los muchos cráteres activos de los volcanes que existían entonces en la delgada costra terrestre, permitiendo así que el espíritu los apartara de los lugares peligrosos. Era un órgano de dirección operado por el tacto, cuyo sentido después se extendió por todo el cuerpo, sobre la piel. Esto es una indicación para el ocultista de que también los demás sentidos; la vista y el oído, serán un día extendidos similarmente.  De manera que podamos ver y oír con todo el cuerpo, haciéndonos mucho más sensitivos de lo que somos ahora. Desde entonces, la glándula pineal y el cuerpo pituitario han quedado espiritualmente adormecidos, haciendo olvidar al ser humano el Mundo Invisible, mientras aprende las lecciones que le ha suministrado el mundo material. El cuerpo pituitario ha manifestado la influencia uránica esporádicamente en excrecencias físicas anormales, creando monstruosidades de diversas clases en la Naturaleza; mientras que si es Neptuno (X); el que opera anormalmente por la Glándula pineal, entonces causa el crecimiento anormal de médicos, hechiceros y médiums controlados por espíritus externos. Cuando estas glándulas sean puestas en actividad normal, abrirán la puerta a los Mundos Invisibles en una forma sana y segura; pero entretanto, la glándula tiroides, regida por Mercurio (P); el planeta de la razón, produce las secreciones necesarias para dar equilibrio al cerebro. 


Las glándulas endógenas están destinadas a desempeñar un importante papel en el futuro y su desenvolvimiento acelerará sobre manera la evolución, porque sus efectos son principalmente mentales y espirituales. Ya estamos llegando a la Edad de Acuario, y el Sol (N) comienza a transmitirnos las elevadas vibraciones intelectuales de este signo, que explica las intuiciones, premoniciones y transmisiones telepáticas que predominan actualmente. En último análisis estos fenómenos se deben al despertar del cuerpo pituitario, regido por Urano (W); el Señor de Acuario (K), y cada año que pase lo pondrá de más en más manifiesto.

Max Heindel
 
Nota: el hueso esfenoides Es un hueso impar situado en la parte media de la base del cráneo que forma parte de la estructura interna profunda de la cara, de las fosas nasales y del propio cráneo. En él se encuentra la silla turca donde se aloja la glándula hipófisis.

Max Heindel es un ocultista y esoterista nacionalizado estadounidense de origen danés y fundador de la Fraternidad Rosacruz, asociación instituida en el año de 1909 (Fuetne Wikipedia)

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